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CÁRTEL DEL NORESTE: de la A a la Z una Historia de Traiciones

Ciudad de México.- Al igual que en la gran mayoría de organizaciones criminales, la historia del Cártel del Noreste está plagada de traiciones, en la que nadie se detiene ante nada para lograr sus propósitos; en este caso, se trata de zetas que traicionaron a zetas hasta convertirse en enemigos a muerte por el control de Tamaulipas, considerado como el paso fronterizo más importante para el trasiego de droga hacia la Unión Americana.

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Para entender mejor cuál es la historia del CDN, debemos remitirnos a la creación de Los Zetas, militares de élite llamados los “gafes” por el grupo al que pertenecían: Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, creado ex profeso para combatir a narcotraficantes.

Estos militares hicieron tan bien su trabajo que causaron severos estragos en las filas del crimen organizado, de tal manera que el entonces líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, “El Matamigos”, prefirió cooptarlos que enfrentarlos y terminó por incorporarlos a sus filas.

Antes, para poder ser jefe del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas traicionó a su amigo, Salvador “El Chava” Gómez Herrera, a quien Juan García Ábrego había heredado el cargo, al que le tiende una celada para asesinarlo y asumir el puesto.

Comenzarían así las traiciones.

Posteriormente contactó al jefe de los “gafes”, el teniente Arturo Guzmán Decena, que desertó de las fuerzas armadas. Junto con él también abandonaron las filas otros 14 elementos y así nació el grupo de “Los Zetas”, brazo armado y ejecutor de dicha organización.

El cambio de nombre de gafes a zetas, se dijo que lo asumieron porque como es la última letra del alfabeto, después de la zeta ya no hay nada; aunque otra versión más creíble señala que fue porque el color azul zeta, es el de mator distinción y rango dentro de la milicia y por eso lo tomaron.

Arturo sería llamado “El Z-1”, jefe de sicarios, y se convertiría en escolta personal de Osiel.
“Arturito”, como lo llamaba Osiel y quien era hombre de toda su confianza, era quien cumplía al pie de la letra sus órdenes, principalmente cuando se trataba de liquidar enemigos, jefes policíacos, políticos o periodistas.

Este personaje fue abatido el 21 de noviembre de 2002 y con ello, Osiel pierde a su brazo derecho, aun así, el grupo de Los Zetas seguía fiel al jefe del cártel.

En ese lapso se incorporaron al grupo otros hombres que sin ser militares, destacaron por su efectividad y agresividad y se colocaron en puestos claves, uno de ellos fue Miguel Ángel Treviño Morales, asumiendo la clave “Z-40”, porque antes de él, había muchísimos hombres más, como Heriberto Lazcano, alias “El Lazca” o “El Verdugo”, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss” y otros más.

Ya sin su principal hombre de confianza, Osiel es cercado paulatinamente por los gafes, hasta que el 14 de enero de 2003 fue capturado y finalmente extraditado a los Estados Unidos, donde cumple una condena de cadena perpetua.

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A su caída, asumió el control del grupo su hermano Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, al que apodaban “Tony Tormenta”, por su carácter belicoso y explosivo, pero su posición no fue bien recibida.

Ese temperamento irracional lo llevaría a sostener frecuentes escaramuzas con las fuerzas federales, hasta que el sábado 6 de noviembre de 2010, es abatido por marinos y militares en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, que había tomado como su bastión.

Fue entonces cuando se da otra traición, pues otro ex gafe venido a zeta, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, desplaza a los demás y se autorige en líder de la organización, por encima de Heriberto Lazcano; el Cártel del Golfo queda entonces bajo el mando de sanguinarios asesinos y una ola de narcoejecuciones, levantones y decapitaciones se desata no sólo en Tamaulipas, sino en toda la frontera norte.

Es cuando nuevamente se da otra traición, al desertar Heriberto Lazcano del Cártel del Golfo y crear el grupo de “Los Zetas”, pero ya de manera independiente. Junto con él se irían los hermanos Miguel Ángel, Oscar Omar, Alejandro y Juan Francisco Treviño Morales, que sin haber sido militares se volvieron más sanguinarios y temibles que los mismos soldados.

Como jefe del Cártel del Golfo quedó “El Coss”, quien fuera capturado el 12 de diciembre de 2012 y extraditado a los Estados Unidos tres años después, el 30 de septiembre de 2015. Desde entonces se han sucedido diversos jefes, pero ninguno con la hegemonía de los Cárdenas Guillén.

Por su parte, Heriberto Lazcano se alía con Arturo Beltrán a la cabeza, dándole al nuevo grupo el nombre del Cártel del Noreste, aunque esa alianza no duró mucho ya que Lazcano quería ser el número uno y ello no se lo podía permitir Arturo, por lo que terminan separándose.

Sobrevino entonces la muerte de Lazcano, el llamado también “Z-3”, el 9 de octubre de 2012, en Coahuila, durante un enfrentamiento con la Marina y elementos de la Defensa.

Lo curioso del caso es que el cadáver de Lazcano nunca pudo ser visto, ya que fue llevado a una modesta funeraria de la referida ciudad, de donde “se robaron” el cuerpo. Las autoridades dijeron que no supieron en principio de quién se trataba y por eso no lo habían custodiado como debieron, el caso es que nunca se vio el cuerpo y no se conoció cuál fue su fin real.

A su muerte, Miguel Ángel Treviño Morales se convierte en jefe de Los Zetas, teniendo como sus asistentes a sus hermanos y continúan con la ola sangrienta de ejecuciones en el estado para conservar la supremacía.

El 15 de julio del 2013, cae Miguel Ángel, el “Z-40”, de quien se decía que acostumbraba llevar a sus enemigos al “guiso”, esto era quemarlos vivos dentro de tambos metálicos con diésel, y finamente es extraditado a Estados Unidos el 18 de julio de 2018.

Lo sucedió en el cargo su hermano Oscar Omar, el “Z-42”, pero el 4 de marzo de 2015 también es detenido y actualmente está preso en el penal de máxima seguridad de El Altiplano.

Después de la captura de Omar, su hermano Juan Francisco Treviño Morales asumió el liderazgo de Los Zetas, ante el descontento de otros líderes que también ambicionaban el control de la organización, por lo que cedió su lugar a su hijo Juan Francisco Treviño alias “kiko Treviño” que también fue capturado, extraditado a los EU y condenado a dos cadenas perpetuas.

En su lugar, quedó otro de los Treviño, Juan Gerardo Treviño Chávez, alias “El Huevo”, que es quien actualmente está al frente del Cártel de Noreste, con presencia en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí, además de realizar operaciones a nivel internacional en Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Colombia.

De esa manera nacerían “El Cártel del Noreste”, de los Morales Treviño, y el de “Los Zetas Vieja Escuela”, con quienes mantienen añeja y mortal rivalidad.

Las principales actividades de ambos grupos criminales son: secuestro, extorsión, robo de vehículos, trata de personas, narcotráfico, terrorismo, lavado de dinero, así como el control de actividades ilícitas locales, como la prostitución, el robo a mano armada y el tráfico ilegal de personas, entre otras.

Tamaulipas, concretamente Nuevo Laredo, es una de las zonas más disputadas por los cárteles de la droga en México, debido al paso fronterizo, el cruce más importante y transitado a lo largo de la frontera con Estados Unidos, ya que conduce directamente al corredor de la Carretera Interestatal 35.

Es en ese punto donde el CDN está en permanente lucha no sólo con los “Zetas Vieja Escuela”, sino también con lo que queda del Cártel del Golfo, liderado por José Alfredo Cárdenas, “El Contador”, además de un grupo de “Los Metros”, apoyado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.

Otro reporte de la agencia señala que “El Huevo” intenta controlar la Zona Metropolitana de Monterrey, la tercera ciudad más importante en México, donde “El Mencho” no tiene fuerte presencia, pero enfrenta a José Rodolfo Villarreal Hernández, “El Gato”, líder en la zona de los reductos del Cártel de los Beltrán Leyva.

Así como “Los Zetas” fueron ejecutores del Cártel del Golfo, ahora es un grupo llamado “La Tropa del Infierno”, los que conforman el brazo armado del Cártel del Noreste, cuyo nombre obedece a la brutalidad con que actúan.

LOS SICARIOS DEL CDN
Su armamento proviene de armerías en Arizona y Texas, Estados Unidos, y el destino de este mercado son bandas de la delincuencia organizada. El líder de “La Tropa del Infierno” está identificado únicamente como “El Werko”, casado con una sobrina de los Treviño Morales.


Cabe indicar que “La Tropa del Infierno” ha sido la protagonista de múltiples enfrentamientos registrados en Tamaulipas y en los últimos meses ha desatado el pánico entre la población, originando que sea considerada como uno de los puntos más álgidos en cuanto a seguridad.

SU ESTRUCTURA
La estructura del Cartel del Noreste ha cambiado completamente el esquema de los carteles mexicanos, eliminando el concepto de jefe de plaza, aunque manteniendo los rangos basados en la disciplina militar que tenían Los Zetas, con un único líder: Juan Gerardo Treviño, que hace valer sus órdenes mediante la designación de comandantes por zonas pequeñas, ya sea en un sector de la ciudad o una colonia.

En el nivel más bajo del CDN, están los Halcones, Punteros, Focas o Células, que son los vigilantes encargados de espiar las actividades de la autoridad u otros cárteles, generalmente se trata de elementos de las mismas autoridades municipales y de jóvenes de entre 12 y 25 años, de bajos recursos que viajan en motonetas y automóviles.
La paga para estos individuos es de 5 mil pesos quincenales.

Después siguen “Los Estacas”, similar a una escuadra del Ejército que operan día y noche en convoyes de dos camionetas o más. Por lo general, son 12 por operativo (igual que un pelotón) y ellos son los que operan en las ciudades y reciben órdenes de los comandantes para el apoyo en balaceras o ejecuciones de objetivos que ordenen los comandantes.

Originalmente esta era la formación usada por Los Zetas para desplazarse, por lo general, son jóvenes entre los 15 y 25 años vestidos con chalecos, armas cortas, largas y sofisticadas, al igual que a los militares. Les pagan 15 mil quincenales.

Por cada una de las ciudades controladas por la organización, se designan a los comandantes, quienes son los encargados de hacer cumplir las órdenes y mantener controladas a las pandillas que trabajan para el cartel. Reciben un sueldo de 60 mil pesos a la quincena.

En el pasado mes de abril, luego de que surgieran rumores de que había sido capturado el líder del CDN, Juan Gerardo Treviño Chávez, “El Huevo”; integrantes del grupo criminal realizaron bloqueos en carreteras de Tamaulipas y quema de autos en distintos puntos de la zona fronteriza.

Decenas de hombres armados bloquearon la ciudad, para evitar que elementos del Ejército Mexicano detuvieran a “El Huevo”, para lo que utilizaron tráilers y unidades de transporte de carga con las que cerraron el paso a las autoridades.

Luis Alberto Rodríguez, vocero de Seguridad Pública en Tamaulipas, confirmó diversos bloqueos de importantes avenidas; luego de la supuesta detención sus lugartenientes desataron una serie de bloqueos por toda la ciudad.

También, en mayo pasado, a través de redes sociales, se difundieron videos en donde se ve a presuntos integrantes del Cártel del Noreste circulando por calles de Nuevo Laredo, vestidos de manera similar a los elementos de la Marina Armada de México y se observa a Rubén Martínez Trejo, alias “El Sobacos”, presunto nuevo sicario del cártel.

DESAFÍAN AL “MENCHO”
Recientemente, a través de redes sociales comenzó a circular un video donde el grupo delictivo denominado ‘’Tropa del Infierno’’, brazo armado del cártel de Noreste (CDN) anuncian el “Operativo Néctar Lima”, contra el cártel Jalisco Nueva Generación en donde interrogan y decapitan a tres hombres del CJNG.

En la grabación, de más de dos minutos de duración, aparecen ocho hombres uniformados, provistos con fusiles de asalto, lanzagranadas y una ametralladora Barret calibre 50, quienes lanzan amenazas de muerte contra Nemesio Oseguera Cervantes, ‘’El Mencho’’, líder del CJNG.

En el video, que tiene el membrete de la ‘’Tropa del Infierno’’, se observa como los sicarios golpean y torturan a los hombres hincados, con el torso desnudo, mientras un hombre con uniforme le coloca un cuchillo en el cuello.

Uno de los rehenes es interrogado y confiesa trabajar para un individuo apodado ‘’El Viejón’’, perteneciente al CJNG. Después de una serie de confesiones es degollado y decapitado con un hacha.

La misma suerte corren los otros dos hombres mientras que uno de los ejecutores, advierte que de esa manera morirá también Nemesio Oseguera, en caso de que siga mandando pistoleros a Tamaulipas.

ADVIERTEN QUE HARÁN LO MISMO QUE EL CÁRTEL DE SINALOA
Los sanguinarios sicarios de “La Tropa del Infierno”, brazo ejecutor del CDN, retan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador con un “Manual de acción”.

El CDN distribuye entre sus miembros un “manual” para enfrentar posibles operativos del gobierno y evitar la detención de sus líderes.

De hecho, el ejemplo que deberá seguir la “Tropa del Infierno” es la actuación del Cártel de Sinaloa para lograr la liberación de Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, en Culiacán, Sinaloa.

El CDN es conocido por utilizar las llamadas “camionetas monstruo”, que son una especie de tanquetas de guerra con las que enfrentan a sus enemigos y a las autoridades en operativos.

Una de las últimas acciones del CDN, en el que se llevó la peor parte, fue el enfrentamiento que sostuvieron con las fuerzas federales el pasado sábado 30 de noviembre, cuando alrededor de 150 sujetos armados ingresaron al municipio de Villa Unión y abrieron fuego en contra de edificios públicos, entre ellos la Presidencia Municipal y contra elementos de seguridad.

Presumiblemente los sicarios del CDN no esperaban la rápida reacción de las autoridades y como resultado 18 de los delincuentes abatidos, aunque también murieron cuatro policías estatales, que fallecieron en el cumplimiento de su deber, así como dos civiles como resultado del fuego cruzado.

También le fue asegurada a la “Tropa del Infierno” 18 camionetas monstruo, con el logotipo CDN; cuatro automóviles que habían sido robados. 21 armas largas calibre .223, seis metralletas Barret calibre .50, para derribar helicópteros y avionetas y diverso equipo táctico, como cascos y chalecos, cargadores, poncha llantas y miles de cartuchos.

Pese a los últimos resultados, el CDN continua con sus actividades en la zona, así lo evidencia la presencia de vehículos con hombres fuertemente armados, no obstante, el operativo permanente, según las autoridades, que implementaron en la zona.
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