La Familia Michoacana le declaró la guerra a los policías del Estado
A principios de esta semana, la brutalidad inusitada y fanatismo del cártel mexicano dominado La Familia , cuyo bastión es el estado de Michoacán, atrajeron la atención de las autoridades del Edomex. Esta organización no sólo mata a sus rivales y se lucra con el narcotráfico y la extorsión, sino que también le ha declarado la guerra a los policías de la entidad.
La escalada de violencia en Estado de México comenzó el pasado mes, cuando José Dámaso Alpízar, alias “El 47″, jefe de plaza en los municipios de Tecaltitlán, Sultepec y Temascaltepec, fue detenido en una carretera de Amatepec.
Alpízar, bajo el mando de Juan Moreno Salgado, apodado “El Jabón”, es parte del círculo más próximo a los hermanos Hurtado Olascoaga, actuales líderes de la Familia Michoacana.
“El 47″ estaba incluido en una lista de 41 objetivos por los que el gobierno mexiquense ha ofrecido recompensas. A finales de 2018, en el municipio de Almoloya, un fortín inexpugnable, cuatro policías estatales fueron emboscados por sicarios de la Familia Michoacana. Todos murieron bajo las descargas que lograron voltear la patrulla en la que viajaban.
Uno de los gatilleros presentado con el apodo de “El Largo” reveló al ser detenido que el ataque había sido ordenado por “El 47″, quien también decidió el asesinato del director de Seguridad Pública de Texcaltitlán.
Según cita el columnista Héctor de Mauleón, bajó su liderazgo, “El 47″ alumbró a uno de los cárteles más particulares y peligrosos de México, Jalisco Nueva Generación, por lo que los hermanos Hurtado lo replegaron a la zona serrana de Amatepec. Cuatro meses más tarde fue aprehendido.
Este lunes 6 de junio, “El 47″ fue vinculado a proceso. La resolución coincide con las cuatro narcomantas sembradas en avenidas de Toluca, Otzolotepec y Metepec. Todas tenían un comunicado urgente: la batalla entre la Familia Michoacan y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Sin acuerdos, el cártel ha entrado en mayores conflictos pues sus zonas y negocios volvieron a estar en disputa.
Miembros de la Familia Michoacana detenidos por la FGJ del Edomex
En el mapa del narcotráfico, la Familia Michoacana, que ataca con tácticas guerrilleras aprovechando el agreste territorio mexiquense, domina la zona sur del estado bajo el liderazgo de los hermanos Hurtado Olascoaga. En ese sitio existe una alianza entre dicha organización criminal y los Caballeros Templarios, con la cual han logrado desplazar a la célula delictiva Guerreros Unidos de buena parte del territorio.
El apellido Hurtado Olascoaga, , comenzó a escucharse con fuerza en 2014, cuando las autoridades mexicanas ofrecieron una cuantiosa recompensa por su paradero.
Las investigaciones revelan que los hermanos fueron enviados a Estado de México por uno de los jefes de la Familia Michoacana, para que tomaran el control de la región limítrofe con Guerrero, que la componen los municipios mexiquenses de Bejucos, Luvianos, Tejupilco y Tlatlaya.
Los Hurtado Olascoaga y 18 sicarios que llegaron a “limpiar la zona” fueron responsables de la ola de secuestros que a principios de la década pasada se desató en Valle de Bravo; probablemente la zona más exclusiva de la entidad mexiquense.