Buscan Fosas Clandestinas Dentro de Penal de Topo Chico

 MONTERREY, Nuevo León – Las autoridades mexicanas están buscando fosas clandestinas dentro de una prisión que fue cerrada recientemente en el estado fronterizo de Nuevo León. Esa prisión tiene una larga historia de ser gobernada por el cartel de Los Zetas que durante años logró tener acceso a rifles, pistolas y drogas dentro de sus muros.

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Conocido como el penal de Topo Chico, funcionarios estatales recientemente cerraron las instalaciones de 76 años de antigüedad y convirtieron el complejo en oficinas gubernamentales. En 2016, el penal de Topo Chico llegó a los titulares después de que Los Zetas se enfrentaron con presos rivales en un motín masivo donde murieron 49 reos.

Después del reciente cierre de la prisión, los rumores de que varios reclusos fueron enterrados en fosas clandestinas y otros restos fueron incinerados dentro de los talleres de los reos, llegaron al subsecretario  de Derechos Humanos de México, quien envió grupos de especialistas forenses y perros entrenados para buscar tumbas clandestinas allí.

Una fuente policial reveló que Los Zetas habían logrado reclutar celadores y a sus supervisores para crear una especie de operación de inteligencia y comunicaciones que le dio a la organización criminal control total dentro y fuera de la prisión. Como parte de una operación de extorsión lucrativa, Los Zetas recopilarían información sobre la familia de un interno y los amenazarían si no pagaban sus cuotas.

Dentro de la prisión, las autoridades descubrieron no solo contrabando, sino también una serie de bares y un club nocturno VIP donde Los Zetas tenían acceso a licores, drogas y mujeres.

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