Juanito Pistolas, el sicario menor de edad del Cártel del Noreste de Nuevo Laredo
Con apenas 16 años de edad “Juanito Pistolas” se logró convertir en el niño sicario más reconocido del crimen organizado, el joven integrante del Cártel del Noreste ganó popularidad en redes sociales, luego de publicar diversos videos portando armas de gran calibre.
Sin embargo, todo acabó para este niño sicario, pues fue uno de los 11 integrantes de la "Tropa del Infierno" perteneciente al Cártel del Noreste (CDN), que fueron abatidos por la Policía de Tamaulipas en Nuevo Laredo, luego de un enfrentamiento de aproximadamente una hora.
Tan pronto se supo de su muerte, rápidamente corrió la noticia en redes sociales de que "Juanito Pistolas" había sido detenido por la Fuerza Tamaulipas anteriormente en el año del 2015. Pero fue puesto en libertad por tener en ese entonces tan solo 13 años, regresando así al Cártel del Noreste.
“Juanito pistolas” reclutado desde los 13 años
El niño sicario resultó decapitado debido a las ráfagas de disparos que intercambiaron los integrantes del Grupo de Operaciones Especiales del Centro de Análisis, Información y Estudios de Tamaulipas (CAIET) con la "Tropa del Infierno", a la que pertenecía el menor de edad.
El pequeño sicario era famoso en la zona por haber llegado tan joven al crimen organizado. Era tal su fama, que en redes sociales circulan unos videos de narco rap dedicados a él. Uno de ellos es llamado "Comandante Chikitín", donde se hace alusión a que ingresó a las filas del CDN como sicario desde los 13 años.
"No importa la edad para andar aquí jalando, yo soy un chavalo pero aquí ando laborando. 'Juanito Pistolas', así me han apodado", dice el coro de la canción compuesta en su honor y que ronda en internet. “Juanito Pistolas” es considerado el niño sicario más popular del narcotráfico en México.
El crimen organizado y los niños sicarios
Se sabe que los grupos criminales reclutan a niños, adolescentes y jóvenes para cometer delitos como el secuestro, pues los consideran desechables. Sin embargo, les hacen sentir importantes y con poder. Los niños y adolescentes reclutados para cometer delitos tienen la característica de estar en situación de desprotección.