La historia de Tony, el empresario regio que se recuperó de COVID-19
“Perdí el sentido del olfato y del gusto. Esto ocurrió al quinto día. La comida no me sabía a nada", relata el empresario Tony Pena sobre los síntomas que tuvo de COVID-19.
“Me encuentro bien. Ya estoy dado de alta, he estado en mi cuarto todo el tiempo”.
En la lista de enfermos confirmados por COVID-19, Antonio Pena Rivero, Tony, aparece como el número doce. Este empresario de Monterrey, de 57 años, es distribuidor de Audi y Porsche y se convirtió en el primer contagio registrado en Nuevo León. Asegura que la Secretaría de Salud le dio el alta el jueves, pero que permanecerá unos días en casa hasta que sus cuatro hijos y su esposa terminen su cuarentena.
Actualmente, México tiene 361 casos y 4 fallecidos.
En el mundo hay más de 340 mil casos y cerca de 15 mil víctimas mortales.
Tony Pena forma parte de los afortunados, del 2% que aparece en las tablas del subsecretario Hugo López-Gatell, los que se las vieron cara a cara con el COVID-19 y ahora pueden contar que ya le vencieron. En un mundo de seres humanos atemorizados ante el efecto de un patógeno desconocido, este empresario es de los pocos que ha recorrido todo el trayecto.
“El 5 de marzo me empecé a sentir mal. Empecé a sentir resfriado, tos, dolor de garganta”, explica.
Relata Pena que cree que su contagio tuvo lugar en Madrid, España. Ahí estuvo, en viaje de negocios, entre el 28 de febrero y el 3 de marzo. Junto a él, otros 25 empresarios. Hicieron escala en Munich, Alemania. Dos días después se le presentaron los síntomas. Otro de sus acompañantes ha dado positivo, pero prefiere guardar el anonimato.
“El 5 fui a checarme a un consultorio y me dijeron que tenía un resfriado común. De hecho, les pregunté si podía ir al gimnasio y me dijeron que podía hacer lo que quisiese, por eso fui a hacer ejercicio. Pero me seguía sintiendo mal. Así que fui a una Farmacia del Ahorro y el doctor me dijo que, ante mis antecedentes de viaje, me hiciese la prueba”.
No fue hasta el lunes, 9 de marzo, que Pena se hizo la prueba en el hospital Muguerza, de Monterrey. Dio positivo. Así que desde el martes se guardó en su casa. “Ese día vino personal de la Secretaría de Salud para hacerme la prueba y me confirmaron el diagnóstico”, explica.
“Normalmente no me enfermo nunca. Por eso me hice la prueba, porque los síntomas seguían”; dice Pena. El test le costó 4 mil pesos y no está validado por la Secretaría de Salud, por eso le realizaron una segunda prueba, ya avalada por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre).
“Es mucho dinero, igual a la gente le desanima”, reconoce.
La gran pregunta a la que se enfrentan personas como Pena, los que ya han tenido dentro al bicho y están sanos para contarlo, es sobre los síntomas. ¿Qué se siente cuando enfermas con COVID-19? ¿A qué hay que estar atento? ¿Duele mucho?
“Dolor de garganta, molestia, algo de malestar, los pies fríos, de resfriado. Esos síntomas quedaron todo el tiempo”, explica.
“Perdí el sentido del olfato y del gusto. Esto ocurrió al quinto día. La comida no me sabía a nada. Hasta la fecha, no se me ha quitado. El 30% de los casos presentamos esos síntomas”, dice el empresario. “Ese es el síntoma más desesperante”, afirma.
Explica Pena que en ningún momento tuvo fiebre, lo que le permitió seguir trabajando desde su cuarto mientras que defensas combatían el virus.
Durante todo el tiempo recluido, Pena también tuvo tiempo a pensar dónde es que se habría contagiado. Y lo tiene claro: antes de llegar a Monterrey estuvo en España, convertido ahora en uno de los principales focos de la pandemia a nivel mundial.
España registra actualmente 35 mil 068 contagios y 2 mil 299 fallecidos. El 3 de marzo, el día en el que Pena y los otros 25 empresarios con los que viajaba tomaron su vuelo de regreso, apenas había 150 casos y se había detectado la primera víctima, un ciudadano chino fallecido a finales de febrero.
“Todos los bares y los restaurantes estaban llenos, como si no estuviese pasando nada”, dice.
El 1 de marzo, Real Madrid y F.C. Barcelona se enfrentaron en el Santiago Bernabéu, con un aforo de más de 80 mil personas. Ese mismo día, España registraba 76 casos de COVID-19 y el ministerio de Salud aseguraba que el 90% eran importados o relacionados con aquellos que se habían contagiado en el extranjero.
“No se tomaron medidas, nadie tenía la preocupación del coronavirus”, dice Pena. Estuvo en el estadio presenciando la victoria por dos goles a cero del Madrid pero cree que su contagio vino después, en las cañas alrededor del estadio. “Estaba a reventar, es posible que fuera ahí”, dice.
En su opinión, México ha tomado medidas mucho antes que España, donde ahora la epidemia está desatada. Para frenar los contagios, el presidente Pedro Sánchez ha decretado el estado de alarma, con la obligación de permanecer encerrado en casa salvo para ir a trabajar o comprar en el supermercado.
Pena cree que el contagio fue en Madrid, pero diversos medios lo ubicaron en el vuelo privado desde Estados Unidos en el que viajó José Kuri Harfush, miembro del Consejo de Administración del Grupo Financiero Inbursa y que se encuentra en estado crítico.
“Eso son puras fake news, vine de Madrid”, dice Pena.
Durante el tiempo que ha permanecido confinado, asegura haber tenido una buena asistencia por parte de la Secretaría de Salud. Sobre medicamentos, Celestamine, que es un jarabe para la tos, e Ibuprofeno durante los primeros días, hasta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso.
Por el momento, sigue en su casa, con su mujer y sus cuatro hijos. Estos han elaborado una página de Instagram en la que dan consejos para pasar la cuarentena.
“A mi familia le faltan unos días para cumplir los plazos. A ellos no les hicieron las pruebas pero tuvieron síntomas leves, así que les voy a acompañar. Ellos estuvieron conmigo y yo ahora con ellos”, dice el empresario. Mientras tanto, dirige el negocio desde casa.
“La pandemia va a afectar, pero la prioridad es que no se deje a nadie fuera. Si hay que poner dinero, se pone. Primero es la gente y luego el negocio”, afirma.
Su preocupación ahora es cómo la pandemia va a impactar en México: “hay que cuidar a la gente mayor, a nuestros abuelos, nuestros papás, los que son más susceptibles de tener problemas”.
Él por ahora mantiene su cuarentena en casa, a la espera de cómo evoluciona la pandemia en México.